lunes, 24 de noviembre de 2008

APEC 2008 ENTREVISTA


“El futuro está en el Asia, no en quedarnos mirando entre un grupo chico de amigos”.


José Antonio García Belaunde, ministro de Relaciones Exteriores, explica la trascendencia de la cumbre del Foro de Cooperación Asia Pacifico (APEC, por sus siglas en ingles) y las oportunidades que esta nos representa para el país.

Por
Diego Avendaño D.

Cuatro letras que componen una palabra muy sonada a lo largo del año, de la que muchos sabemos poco: APEC. Finalmente, la esperada cumbre de líderes se acerca y, para conocer un poco más sobre ella, conocer con José García Belaunde, ministro de Relaciones Exteriores, en el palacio Torre Tagle, en el Centro de Lima.

APEC reúne a importantes economías del mundo ¿Qué hace el Perú allí?

APEC es la apuesta al futuro desde 1200, el mundo siempre ha tenido un centro de gravitación económica y comercial: Venecia, Ámsterdam, Amberes, Londres, nueva york. Ahora se ha trasladado a california y siguen el Mediterráneo, el Atlántico y el Pacífico. El Perú tiene la suerte de ser un país ribereño de pacífico y ha abierto su economía.

“APEC es un esfuerzo muy ambicioso de incorporar diferentes sectores en el ejercicio de vincular 21 economías. Hemos tenido más 100 reuniones durante un año y el punto culminante será de líderes”.

Entonces, es lógico que apueste por vincularse con estas economías. No todas son las más ricas. Algunos países son más desarrollados que el Perú, pero no todos son China.

Si todas las economías no son del mismo nivel, ¿Cómo se logra una relación de igual a igual?

El flujo comercial no es algo muy rígido. Cuando se abre la economía de un país, se comienza a descubrir y comerciar productos que antes no comerciaba. Se debe adoptar ciertas clausulas de protección. No puede abrir la economía tan rápido como otros países, pero en el balance final descubre que sale ganando. Esa apertura trae más comercio, inversión, trabajo, tecnología. Si tenemos una economía abierta, mucha gente va a invertir para exportar. Hay toda una dinámica que hace que el costo justifique los beneficios.

Una de las críticas al APEC es que los compromisos no son vinculantes, es decir, que los miembros no están obligados a cumplirlos.

Sí, pero también es verdad que el proceso por el cual se llega a tomar compromisos vinculantes es muy complejo. Implican un grado altísimo de integración y mucha afinidad. Los acuerdos de la Unión Europea, la Comunidad Andina, y quizá alguno más, son vinculantes. Pero ni Mercosur ni los acuerdos de libre comercio lo son. Tienen mecanismos de solución de controversias, pero no significa que haya normas vinculantes más allá del tratado mismo. Es un proceso.
Creo que se ha hecho bien en no plantarse un esquema de decisiones vinculantes porque probablemente hubieran fracasado. Son economías con un grado de protección y apertura diferentes. Algunas son más abiertas y planificadas.

Para muchos, especialmente por las pistas rotas, la APEC puede significar una cumbre de unos cuantos días. Sin embargo, hay una serie de reuniones a lo largo del año.

¿Cómo es ese día a día?

APEC es un esfuerzo muy ambicioso de incorporar diferentes sectores en el ejercicio de vincular 21 economías. Hemos tenido un conjunto de reuniones durante un año, deben haber sumado más de 100 y el punto culminante será cumbre de líderes.


¿Qué ventajas trae al Perú presidir la cumbre del APEC este año?


Los países son como las sociedades humanas, por eso se llama sociedad internacional. Así como las personas tenemos nuestros líderes, emblemas, el guapo del barrio, el cantante popular; en la sociedad internacional también hay países que por momentos se ponen de moda. APEC va a significar una observación muy directa sobre el país y un interés que se traduce en inversión, cooperación y comercio. No somos uno más.
Este año particularmente hemos visto que nuestro país ha sido aludido en películas, dibujos animados y series de televisión.

¿Qué tenemos para mostrar y desligarnos de esa visión estereotipada que tanto criticamos?


Tenemos un gran patrimonio histórico cultural. Ha habido un reconocimiento de Machu Picchu como maravilla del mundo, es un país megadiverso, comienza a tener fama de una gran culinaria; y finalmente tiene la imagen de un manejo serio y responsable de la economía que ha permitido siete años de crecimiento sostenido. Nunca habíamos visto eso en la historia del Perú. También se percibe que es uno de los países mejor preparados para afrontar la crisis. Ojala pudiera ser imaginado como un país refugio.

¿Qué ventajas prácticas tiene para el Perú pertenecer al APEC?


Cooperación, negociación, inversiones. No me imagino que hubiéramos podido avanzar en los acuerdos comerciales que tenemos con algunos países como Singapur, Tailandia, el acuerdo comercial que estamos a punto de concluir con China o el acuerdo con Japón, fuera del contexto APEC.
¿Cuál es la posición del Perú, siendo uno de los países más vulnerables?
Lo que está planteando el Perú son mecanismos efectivos para proteger el medio ambiente. Por ejemplo, si nosotros lográramos interesar la inversión extranjera para que se haga cargo de aéreas deforestadas y que, vía concesiones por muchos años, puedan tener estas zonas arruinadas por tala ilegal o narcotráfico, podríamos ir recuperando lo que hemos perdido con un manejo sostenible del ambiente. Si nos empeñamos seriamente en orientar inversiones para tener una mayor cantidad de energía generada por hidroeléctricas, sería beneficioso.

¿Qué oportunidades le faltan explotar al Perú?


Perú no ha llegado al límite de su capacidad de desarrollo ni reconocimiento internacional. Tiene que hacer un gran esfuerzo para que se reconozca como una oportunidad de inversión, comercio, turismo, defensa del medio ambiente, una oportunidad de colaboración en la lucha contra el narcotráfico para que se reconozcan esas inmensas capacidades; una capacidad de refugio en momentos de crisis. Perú aún no ha llegado a una planicie, está subiendo un cerro.

¿Qué les diría a quienes no confían en el APEC?


Que están en contra del futuro. El futuro está en el Asia, no en quedarnos mirando entre un grupo chico de amigos. Es un desafío. Es evidente que mucha gente tiene miedo y prefiere quedarse donde esta cómodamente. Todos quisiéramos seguir siendo niños, pero es parte de la naturaleza crecer. Las sociedades a veces se resisten a entrar al cambio. Hay mucha historia en muy poco tiempo.